domingo, octubre 29, 2006

Dust my broom

Noviembre y calor. El verano que terminó abruptamente se niega a extinguirse por completo. No hasta que todo quede resuelto. El tren avanza despacio y meditas sus palabras. Dijo: ¿Algún día volveremos a estar juntos? Dijo: Para mí nada ha cambiado. Polígono industrial y tu cabeza. La escena del crimen. Eso me temo. ¿Desde cuando atendiste algún consejo? De repente estorninos. Poniendo fin a todo. Oportunamente alborotando los cielos hacia el este.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El verano que pasó lo de Chernobyl llegaron como siempre los estorninos.

Se caían de los árboles sin motivo. Murieron todos. En otoño no hubo migración.

Al siguiente verano, el silencio.

Ahora han vuelto. A mí me gustan. Son como símbolos de puntuación. El cielo se escribe con barra espaciadora y signos de puntuación.

el erizo césar dijo...

Son unos bichos muy puntuales.

Yo solía salir al balcón de mi casa a las cinco y cuarto de la tarde. En punto. Durante un cuarto de hora un chorro de estorninos cubría el cielo hacia el este.

Después se quedaba el cielo callado y se hacía de noche.