martes, junio 05, 2007

(escena costumbrista)

- Llevaba un gran peso a sus espaldas, me decía: Una mañana Cristo vino a mí. Dijo "aquí mi cruz" y la llevo desde entonces a mi espalda.

- Luego, era un místico.

- Sí. Mas tarde me contó: andaba yo doblado bajo el peso de la cruz, cuando Cristo volvió a mí. Me dijo "aquí mis cojones, ya que estás, llévalos tú".

- Ah, pues al final era un tarado.

No hay comentarios: