martes, agosto 08, 2006
banana joe
Bud Spencer regresa del espacio a bordo de un gigantesco cerdito nodriza. Depositado en la playa, el mar enfrente y el tren a sus espaldas, piensa: mi vida fue todo lo contrario. Embestir locomotoras, embestir el oleaje. Se mira los nudillos, luego la palma de las manos. Es momento de dejar a un lado los golpes. Tal vez de acariciar. De preguntarse lo que fue de aquellos años, cuando la necesidad y la fuerza, pero no el talento para vivir.
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