Como te digo, cada día, puntualmente, primero Montesdeoca.
¿Y luego baile?
Y luego baile.
Pues a tu madre le ponía Medina.
¿Mariano?
Mariano.
¿Por el bigote?
Por el puntero inoxidable.
Pues Montesdeoca le gusta por el pelo.
¿Y nada más?
Y por la voz. Y por los ojos. Pero el pelo más que nada.
A tu madre lo que le gustaba era el puntero.
Porque era inoxidable.
Hasta llegué a robar las antenas de los coches para exhibirme desnudo después del telediario.
¿Mamá prefería niebla, borrasca o marejada?
Anticiclón de las Azores. Bancos de niebla en el Cantábrico.
Oh, sí, con eso enloquecen todas.
¿El anticiclón?
Y la niebla. Niebla y anticiclón: pareja de ases.
Y olvídate de las borrascas.
Y del granizo, las tormentas, el mar de fondo.
A mí lo que me pone es la llovizna.
A mí el Levante en el estrecho.
¿Igual que a Trillo?
Igual que a Trillo.
miércoles, agosto 16, 2006
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