viernes, diciembre 29, 2006

(for I don’t care if you don’t)

Dormitaba la resaca en un autobús, al volante Robert Smith. El motor agonizaba en una cuesta interminable. En el cielo cuatro soles y su brillo enloquecido. El vértigo, el temblor, la náusea pasajera. Robert tarareando. El zorro se refugiaba en la morada de la liebre.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

erizo-rrón:

vuelve y no pares, las mareas siguen y siguen, se calman en la paleta de las muertas y juegan con la luna en las vivas pero no paran, siguen, continúan, rebuscan entre los dedos de tus pies los erizos esquivos y perezosos

el erizo césar dijo...

jau!
no preocuparse mr jotabarra, no me he ido y n voy a parar, pero ya sabes como va esto, a veces (las menos) escribo a la velocidad de los meteoros y a veces (como ahora) a la de los continentes...

eso, que volando voy, volando vengo vengo...