jueves, enero 17, 2008

(QED)

Naves argivas embarrancan en las costas de Korea. En la orilla les esperan dioses-gato. No habla nadie. Nuestro idioma común es demasiado complicado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Desde una colina se avistaron dos tortugas que se alejaban del capitán. No hubo declaraciones.